Problema de los bancos
El problema de los bancos no está sólo en las ventas atadas o conjuntas que restringen al consumidor y desalientan la competencia en cada uno de los servicios ofrecidos, en las sociedades de apoyo que actúan como barreras para-arancelarias, en la asimetría de información crediticia entre diferentes oferentes de crédito, en la carencia de información entregada al cliente respecto al verdadero costo del crédito que le inhabilita comparar con otras alternativas, en la complejidad de ofrecer créditos directos desde el exterior de manera masiva, en la ausencia de desafío al oligopolio bancario existente en la últimas tres décadas por la vía de privilegiar las fusiones entre sus pares, en la errada creencia que una alta concentración bancaria sería sinónimo de estabilidad sin costo para los consumidores, en pagar tasas anuales sobre 50% en créditos de consumo cuando bajo el mismo costo de capital bancario se ofrecen en el exterior al 15% para las mismas personas o actividades, en la fuerte dependencia del financiamiento bancario de los fondos de pensiones los que a través de sus inversiones en depósitos y bonos subordinados incluso superan al propio capital y reservas de los bancos, en el poco desarrollado mercado local de bonos de alto rendimiento que de manera efectiva sustituya y complemente competitivamente al sistema bancario, en que alrededor del 85% de los créditos comerciales de los bancos está concentrado en el 1,5% de las empresas del país, en la asimetría de acceso al crédito que promueve una creciente concentración en las diferentes áreas económicas del país en favor de aquellos que acceden competitivamente, en la indolencia de muchos frente a lo que hacen unos pocos.